Las autoridades portuguesas han dado por controladas, este jueves, las llamas en Góis-en el distrito de Coimbra-, el último foco que permanecía activo del devastador incendio que ha arrasado, desde el sábado, el centro de Portugal y que ha matado 64 personas y herido a otras 204, según los últimos datos oficiales.
Los responsables de Protección Civil han declarado a los periodistas que estaban en Góis que los más de 1.200 efectivos terrestres, que combatieron las llamas en la zona durante la madrugada, comenzarán ahora los trabajos para evitar que el fuego se reavive.
Junto a ellos están más de 300 bomberos españoles que les ayudarán en estas tareas y en las próximas horas llegarán a la zona cuatro aviones pesados y dos helicópteros para controlar, con la ayuda de los efectivos que hay sobre el terreno, una extensión que tiene 135 kilómetros de lado.