La industria naval reflota. Al menos ese debe deducirse del resultado de Navalia, que hoy cerró sus puertas con un volumen provisional de negocio de 7.000 millones de euros (un billón largo de pesetas), se los cuales, la mitad corresponden a acuerdos para la construcción de buques ya firmados o que han quedado casi concluidos durante los tres días que ha durado la feria. Si ello es buena noticia, aún es mejor que el 30% de todas las transacciones se habían iniciado con anterioridad a la reunión y un 20% corresponden a pedidos para la industria auxiliar del naval.
José Francisco González Viñas, presidente de Natalia y del Astillero Barreras aseguró que el balance ha sido “extraordinariamente satisfactorio“, que se superaron todas las previsiones y que está convencido de que más de un astillero de Vigo “firmará barcos para Brasil pasado el verano”.De la misma opinión fue el el conselleiro de Economía e Industria, quien subrayó la importancia de que más de 7.500 profesionales de otros países hayan pasado por Vigo estos días, lo que, aseguró, supone que 4.000 empresas extranjeras hayan tenido presencia en este evento. Corina Porro, presidenta del Puerto resaltó la importancia de transformar los momentos de crisis en oportunidades, “como ha puesto de manifiesto esta feria” y aseguró que la industria naval, “que ha dicho en el origen y en el presente de Vigo tendrá un papel esencial en su futuro
