Mario Condecree que la crisis que vive el país es más profunda de los que nos dicen, asegura que “en el mejor de los casos” no sabemos cómo está el sistema financiero y estamos endeudados hasta las cejas. Esa es la visión que transmitió el antiguo presidente del Banco Español de Crédito (BANESTO) hoy, en Vigo, antes de su conferencia en ASIME.
El que fuera el hombre más poderoso de España no dejó ninguna pregunta sin contestar, fue sintético y directo y se preguntó “¿cómo es posible que se pida a las empresas que creen trabajo si no se les dan los medios?”. Conde, que está de acuerdo con las medidas que ha tomado el Gobierno Zapatero para enfrentarse al déficit público cree que han llegado tarde “y que solucionarán una parte muy pequeña del problema”. El ex banquero cree que limitar la inversión pública es “muy cuestionable” denunció la política de la subvención “en Andalucía ha creado la mayor bolsa de paro de España” y criticó a la oposición por no dar su apoyo al Gobierno “si están en contra de la gestión que planteen unja moción de censura, son que pactes; Alemania lo ha hecho, Francia lo ha hecho, Portugal lo ha hecho, Italia lo ha hecho: o pactan o ganan el poder”.
Conde, quien reconoció que llevaba “ciento y pico euros en el bolsillo”, sonrió cuando recordó que el el programa de Jordi González había asegurado que tenia 3.000 € en la cartera “esa es la cantidad que llevaba la primera vez que entré en la cárcel y en el programa dije que llevaba ese medio millón de pesetas porque estaba seguro que de allí volvía a la Alcalá.Meco”, bromeó. Contestó que “ojalá” fuese unos de los ricos afectados por el nuevo impuesto que ha anunciado el Gobierno y preguntó “¿cree usted que con eso se solucionará algo?”
Sobre el parecido entre esta crisis y la de 1993, Conde fue demoledor “entonces había un paro galopante, igual que hoy, una deuda pública enorme, como hoy, un presidente del Gobierno, Felipe González, cuestionado en su partido, como el que tenemos hoy, y una oposición que no se la creía nadie, como pasa ahora, y ya pedíamos una reforma laboral que, como hoy, no acaba de llegar”.
Respecto al poder judicial aseguró que está absolutamente politizado “un proceso que ya empezó en 1993” y sobre la clase política afirmó que en 1993 estaba muy criticada y “hoy se ha convertido en un problema para los ciudadanos”. Sobre el caso Garzón indicó que no es ningún problema “salvo para él” y cuando se le preguntó por el silencio de los sindicatos en esta crisis, negó que fuese así “no han estado en silencio: han ido a las manifestaciones a favor del juez Garzón”. Levantándose, esbozó una sonrisa cuando se le preguntó sobre su posible integración en una candidatura política, miró el reloj y se fue.