La famosa crisis ha intentado hacer mella en el Rallye Rías Baixas, pero no ha podido con este clásico que llega a su 46 cumpleaños. Y lo hace arropado por todas las instituciones, que le han dado una palmadita en la espalda a la organización por conseguir superar todos los obstáculos y volver a preparar el mejor rallye de España. Una buena noticia para el deporte y para la ciudad, ya que deja un retorno económico importante.
Y este año lo hace de nuevo con el intento de que los pilotos gallegos puedan participar en el rallye con licencia autonómica, algo en lo que todavía Federación Gallega y Española de Automovilismo están llegando a un acuerdo. Dos meetings en el mismo rallye, uno autonómico y otro estatal, que ya se intentó en 1996 y que en aquel momento no fructificó y se encontró con muchos detractores por el camino: vertieron aceite en los tramos y se tuvo que suspender la prueba.
En total, 67 equipos inscritos, todo un logro para los tiempos que corren. Sólo la Villa Joisa de Canarias consiguió acercarse en cuanto a número de participantes y se quedó en 48. Y esa mala racha económica es la que ha llevado a la organización a ajustarse a un presupuesto más reducido que el de año anteriores y que impide celebrar el tramo urbano en Samil. Aunque Vigo tendrá su acto y se celebrará la ceremonia de salida y la entrega de trofeos en la calle del Príncipe y la Puerta del Sol. Y entre las 15 y las 18 horas los pilotos estarán a disposición del público en el Ifevi en un set para firmar autógrafos y fotografiarse con todo el que lo desee.
En cuanto al resto del recorrido es similar al del año pasado: 164,14 kilómetros cronometrados divididos en 5 tramos a doble pasada por As Neves, Covelo, Fornelos, Ponteareas y Mondariz. Un espectáculo que presenciarán in situ más de 60.000 aficionados que siempre han tenido “un comportamiento exquisito”.