Las juezas Dalila Dopazo Blanco, magistrada en Lugo, Angels Viñas, magistrada en Barcelona y Nekane San Miguel, magistrada en Bilbao, han publicado una carta abierta, a través de la revista política ‘Viento Sur’ ,dirigida a la víctima de José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Ángel Boza, el militar Alfonso Jesús Cabezuelo y el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, los cinco criminales integrantes de la ‘La Manada’, que fueron condenados a 9 años de cárcel por abuso, no por violación.
En la carta las juezas subrayan que “mantener esa palabra (abuso) en el Código Penal para referirse a las relaciones sexuales no consentidas, parte de la idea de que las mujeres seguimos siendo objetos para servir al placer del hombre, y que solo si se exceden los hombres en ese uso, se les castiga, pero solo si se exceden. Y esa idea que se adivina bajo la palabra abuso es muy dolorosa para cualquier mujer, haya sido o no objeto de abuso”.
En este sentido, “la gente ha protestado porque han considerado que estamos ante una violación, y en esto sí estamos de acuerdo”.
Según las tres magistradas, en el caso de la víctima de La Manada, “los datos objetivos sustentan, refuerzan y asientan la idea” de la violación, que según recoge el Código Penal “es utilizar fuerza, violencia contra la persona violada, y/o intimidarla para acceder sexualmente a ella”.
“¡Que no se te pase por la cabeza ni un ápice de culpa!”, dicen a la víctima. “Nos gustaría que no pensaras que después de lo que te han hecho vas a padecer secuelas de por vida. No tiene por qué ser así. Ya lo dice la sentencia: ese día no se acabó el mundo ni la vida para ti. Eres joven y valiente, y se nota que tienes a tu alrededor gente que te ayuda y te quiere”, agregan.
Las juezas indican que “nueve años de cárcel no es ninguna tontería, pero sí creemos que la pena debió ser mayor porque (ya lo hemos dicho) debió calificarse y castigarse como violación. Además, en la sentencia se declaran probados otros hechos, otros ingredientes que hacen más grave el delito, y por ello, la respuesta del sistema penal debió ser más elevada”.
Las tres juezas subrayan la “valentía, coraje y honestidad” de la víctima. “Estamos seguras de que ha tenido que ser duro, muy duro estar en el centro de esta vorágine, y resistir como lo has hecho porque suponemos que, en más de una ocasión, durante estos largos meses, habrás pensado si no hubiera sido mejor para ti el haberte ido de Pamplona cuando llegó tu madre a recogerte, y no pasar por el Juzgado, pese a que las dos fuisteis conscientes de lo que te habían hecho unos hombres que piensan y tratan a las mujeres como mero objeto”, concluyen.