Un gol en el primer minuto, un claro error en una gran ocasión para lograr el empate y la efectividad absoluta del Murcia acabó en la primera mitad, tres a cero, con las esperanzas celestes de sacar algo positivo en la Nueva Condomina. Duro correctivo para los vigueses, que recortaron con un gol de Túñez y aún tendrán que trabajar de lo lindo para certificar la permanencia.
Unos segundos de juego, un error, un gol en contra, el peor escenario posible ante un equipo absolutamente necesitado de la victoria, acuciado por la ansiedad. Chando aprovechó una mala cesión al portero celeste para sacudir de golpe los nervios, la angustia… de su equipo. El Celta echó por tierra en el primer minuto la posibilidad de aprovechar la penosa situación clasificatoria, anímica, de los locales.
El encuentro ofreció desde el inicio un elevado ritmo a pesar del intenso calor reinante en Murcia, con una temperatura próxima a los 35 grados. El Murcia defendía con firmeza y buscaba el envío lago, la contra, a la mínima oportunidad. El Celta buscaba superar el varapalo inicial y, con un juego combinativo, generar ocasiones, empatar el partido, ya con la dificultad añadida del cambio de objetivo de los locales.
El trabajo celeste debió tener recompensa a los 20 minutos con una buena dejada de Iago Aspas a Dani Abalo, quien erró a portería vacía en el interior del área. Ocasión desperdiciada de manera increíble para lograr el empate y darle una nueva dimensión al partido. En cualquier caso, el Celta apretaba, buscaba con ahínco deshacer su desventaja.
Y de ahí se pasó a un nuevo tanto del Murcia. Bruno marcó de falta directa y aumentó la ventaja local. Otro duro golpe para los celestes, que ciertamente no merecían ir por debajo en el marcador, y menos con dos goles de diferencia. Los locales no podían imaginar un desarrollo del partido semejante ni en sus mejores sueños. Y más aún cuando a los 39 minutos Chando anotó de chilena para cerrar ya una goleada en la primera mitad.
En la segunda parte el dominio céltico fue abrumador, pero sin claridad en la zona decisiva. A los 25 minutos, con los protagonistas cambiados, el Celta pudo llevar de manera definitiva los nervios al rival: Papadopoulos remató fuera el centro de Iago. Cellerino se sumó a los 32 minutos a la ofensiva celeste, al ataque total de un equipo que ya apenas defendía y por tanto asumía el riesgo de encajar en cualquier contra.
De nuevo pudo marcar el Celta, Papadopoulos, en una ocasión muy clara, tras un envío de Iago Aspas a falta de diez minutos. El Celta desperdició, una tras otra, sus oportunidades y de esa manera perdió cualquier opción de puntuar en la Nueva Condomina. El Murcia, siguiendo con su línea de efectividad absoluta, anotó por medicación de Quique en el descuento con un gran lanzamiento desde fuera del área.
El equipo vigués necesita derrotar el próximo sábado al Nástic en Balaídos para sellar la permanencia y evitar ahogarse en sufrimiento en las dos últimas jornadas del campeonato.
4-R.Murcia: Alberto, De Coz, Iñaki Bea, Sergio Fernández, Sergio Escudero, Álvaro Mejía (Pereira, min.83), Bruno, Isaac Pedro, min.63), Capdevila, Dani Aquino y Chando (Quique, min.67)
1-R.C.Celta: Yoel, Vasco Fernandes, Noguerol, Túñez, Roberto Lago, Bustos, Jonathan Vila (Aarón, min.46), Trashorras, Michu (Cellerino, min.77), Dani Abalo (Papadopoulos, min.46) e Iago Aspas.
Goles: 0-1, min.1: Chando; 2-0, min.28: Bruno; 3-0, min.39: Chando; 3-1, min. 62: Túñez; 4-1, min.90+: Quique
Árbitro: Piñeiro Crespo, del comité asturiano. Amonestó a Bruno, Quique, Vasco, Bustos y Roberto Lago.