Así lo ha comprobado el estadounidense Víctor Vescovo. Este explorador submarino descendió 10.927 metros, hasta el fondo de Challenger Deep, el extremo sur de la Fosa de Marianas, en el Océano Pacífico, completando, a principios de este mes, la expedición submarina tripulada más profunda jamás realizada, y regresó a la superficie con una noticia que confirma el deterioro de los mares: hay basura de plástico en el fondo del mar.
Tras realizar varias inmersiones a casi 11 kilómetros y descubrir cuatro nuevas especies de animales, Vescovo encontró una bolsa de plástico y envoltorios de caramelos en el punto más profundo del planeta.