Los responsables de WhatsApp han confirmado oficialmente que la información publicada por Financial Times de que piratas informáticos instalaron, por medio de esta aplicación, un software espía en algunos teléfonos, es cierta.
Mediante ese software, los hackers pudieron acceder a los datos contenidos en los teléfonos, por lo cual WhatsApp pide a sus 1.500 millones que actualicen la aplicación así como el sistema operativo, para protegerse.
Desde WhatsApp admite que no puede confirmar el número concreto de afectados aunque no cree que el ataque haya sido masivo, puesto que las ‘victiimas’ del mismo fueron seleccionadas por los piratas.
Para conseguir su propósito, los hackers hacían una llamada de WhatsApp al teléfono a cuyos datos querían acceder. Este programa espía se instalaba en los teléfonos incluso en el caso de que las personas a la que llamaron no respondiesen.