Doce vehículos de la Policía Local cuentan ya con un desfibrilador semiautomático externo para uso de los agentes, 150 de los cuales ya están formados en su manejo.
Este desfibrilador, una vez activado, guía al policía para su uso, determinando incluso el estado del corazón del paciente e indicando si es preciso continuar con las descargas. El hecho de que sea portátil reduce el tiempo de reacción y atención al paciente en toda la ciudad.
En 2018 los agentes de la Policía Local intervinieron en 12 casos de infarto o parada cardiorrespiratoria, con resultado de 7 reanimados y 5 muertos-todos ellos hombres mayores de 70 años-. En los seis primeros meses de este año realizaron 10 actuaciones, con 7 personas estabilizadas en el mismo lugar y 3 reanimados, sin tener que lamentar muertes.