Tal cual. Así lo establece en una sentencia el titular del Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Compostela, que desestima la demanda de la familia de un alumno de 1º de Bachillerato que se vio en esta situación.
Para el juez es “natural” que haya que renunciar a estudiar Robótica si no se quiere estudiar Religión, rechazando los argumentos de la demanda que se basaba en el hecho de que la obligación de optar por Religión para elegir Robótica vulnera el derecho fundamental a la educación, en relación con los derechos fundamentales de libertad ideológica y de igualdad.
La fundamentación de la denuncia- interpuesta a iniciativa de la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público- se fundamentaba en que “el alumnado con convicciones religiosas católicas podrá cursar todas as materias del currículo escolar, mientras que el alumnado que quiera ver respetadas sus convicciones verá restringida su capacidad de elección disponiendo de una oferta curricular menor”.
El juez no duda: quien no quiere Religión no puede estudiar Robótica
La sentencia es terminante: si no se quiere cursar Religión hay que renunciar a Robótica algo que, a juicio de CIG Ensino es una “clara discriminación con aquel alumnado, que en Bachillerato es clara mayoría, que no quiere tener clase de Religión”.
El juez atribuye la responsabilidad de esta situación, exclusivamente, a la configuración de la oferta de los centros educativos, “sin tener en cuenta que la norma que regula el currículo de 1º de Bachillerato emana de la LOMCE y que la Consellería de Educación también tiene potestad para modificar esta cuestión”.
En el mencionado Decreto 86/2015 se especifica que Religión Católica es la única materia específica con una carga lectiva de una hora semanal y que el total de horas que deben sumar las materias específicas de opción y las de libre configuración en este curso es de seis horas semanales, teniendo que cursar el alumnado un total de tres.
Por su parte, Robótica, Antropología o Coeducación para o Siglo XXI, por ejemplo, son materias de libre configuración autonómica que, segundo las Órdenes de la Xunta que las regulan, tienen una carga lectiva de 2 horas a la semana.
Dado que los centros tienen que ofrecer, siempre que tengan matrícula suficiente, todas las materias específicas, cualquier estudiante que opte por alguna de las materias de libre configuración autonómica tendrá que completar de manera obligatoria seis horas con Religión católica.