EL Gobierno quiere que la Iglesia tenga en España el mismo trato fiscal que en Francia o la misma Italia, por ello, la vicepresidenta primera , Carmen Calvo, ha asegurado en declaraciones a la Cadena Ser que la Iglesia Católica pagará el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) -la popular ‘contribución’- como todo el mundo, ” exactamente igual que en Francia o en Italia”.
Calvo ha matizado que ese impuesto se aplicará a las propiedades de la Iglesia que no se destinen al culto o a actividades de índoles social-en este último aspecto se la tratará como a una ONG- y que además, deberá justificar ante el Tribunal de Cuentas lo que hace con el dinero que recibe por la ‘X’ de la casilla de la renta, puesto que ese dinero “debe destinarse a fines sociales, no a otra cosa”.
De acuerdo con la última memoria de la Conferencia Episcopal- la de 2017- la Iglesia ingresó por la casilla del IRPF casi 270 millones de euros, 4 millones más que el año anterior. La misma Conferencia Episcopal admite en ese informe que ese año la Iglesia tuvo unos ingresos de más de 900 millones de euros de los cuales, en virtud del Acuerdo con el Estado, del año 1979, más de la mitad no pasaron control fiscal alguno.