Estados Unidos pasó del infierno a tocar casi el cielo en 90 minutos. Al final se quedó en el limbo junto a Eslovenia con un 2-2 en el marcador que fue justo con ambas partes. Un enfrentamiento loco entre los dos equipos y uno de los partidos más entretenidos en lo que va de Mundial de Sudáfrica. Los americanos supieron remontar un 0-2 y casi conseguir la victoria y los tres puntos con un gol legal de Maurice Edu que anuló el árbitro.
El caos llegó ya en el arranque del partido por un codazo de Dempsey sobre Ljubijankic. Cuando se restableció el orden, los americanos empezaron a dominar el esférico, con más iniciativa que en el anterior partido y subiendo al ataque aunque sin acierto. El primer remate del partido fue para Eslovenia: tras una jugada ofensiva del equipo de Bradley, en la respuesta eslovena llegó el gol. Birsa controló en la frontal del área y nada pudo hacer Howard con el misíl que lanzó.
Al gol le siguieron muchos minutos de intercambio de ataques, los más peligrosos los de los americanos. Pero después de los mejores minutos de los estadounidenses llegó el mazazo: Ljubijankic se quedó solo ante el portero y no perdonó.
Bradley no se lo pensó y a la vuelta del descanso arrancó el partido con dos cambios, la entrada de Edu y Feilhaber, que funcionaron a la perfección: en el minuto 47 Donovan recortaba distancias tras un error defensivo de Jokic. Eslovenia salió al campo con la intención de defender el marcador, pero ese gol hizo dudar a Kek sobre qué táctica usar. Optó por seguir jugando como en la primera parte y volvió la sucesión de ataques para los dos equipos.
Kek sacó del campo a uno de los goleadores, Ljubijankic, y dio entrada a un jugador más defensivo como Pecnik. Tras esto Eslovenia cambió su juego y EEUU tuvo más presencia en ataque. Nuevo cambio para los estadounidenses, con la llegada al campo de Gómez, y nuevo acierto: un minuto después Bradley empataba el partido. Al rato el colegiado anulaba un tercer gol que hubiera dado la victoria a los estadounidenses.
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