Es un plan secreto, aunque ‘The Sunday Times’ lo ha sacado a la luz publicándo este fin de semana: la petrolera británica BP trabaja en una estrategia de financiación para hacerse con 50.000 millones de dólares para hacer frente a las reclamaciones provocadas por el vertido de crudo del Golfo de México y dar confianza a los mercados sobre su fortaleza financiera.
La cantidad, el doble de la prevista inicialmente, se conseguiría con la emisión a partir de la próxima semana de bonos por valor de 10.000 millones de dólares, la petición de préstamos a distintas entidades bancarias por valor de 20.000 millones y la venta de activos en los próximos 2 años por otros 20.000.
Y es que son tiempos difíciles para la empresa, que ha visto cómo su valor en bolsa caía un 45% hasta los 82.200 millones de euros tras el accidente del pasado 20 de abril en su plataforma Deepwater Horizon, en el que murieron 11 personas. La petrolera también podría vender sus activos en el mar del Norte para ahorrar 14.000 millones de dólares en los próximos 6 meses y del 1,4% que posee en Rosneft, la mayor petrolera de Rusia.