Fue la única que no pudo escapar. Llegó ebrio a la casa de su ex mujer, de la que tenía una orden de alejamiento, golpeó la puerta y amenazó a todos los que estaban allí. Cuando consiguió entrar su ex mujer y su nueva pareja habían conseguido escapar, pero la anciana de 78 años no. La golpeó con un palo en la cabeza y ella falleció en el acto.
Ocurrió en el municipio tinerfeño de La Guancha y el hombre, de 44 años, culpaba a la víctima de su separación, por lo que la había amenazado en varias ocasiones. El hombre, que forzó la puerta para entrar, se escondió después en el garaje con el arma del crimen, con la que amenazó a la Guardia Civil.