Nada se le puede reprochar a los pives: tres de tres tras derrotar a Grecia (0-2) con un equipo plagado de suplentes que se sentían titulares. Argentina cierra la clasificación para octavos con 7 goles, mientras que a Romero sólo pudieron superarlo en una ocasión. Y apea a los helenos y a Nigeria del Mundial de Sudáfrica.
Aunque con menos ocasiones que en los dos primeros partidos de grupo, los de Maradona casi no encontraron oposición en un rival que necesitaba la victoria pero que no hizo nada para conseguirla, sino que mantuvo la racanería que le ha llevado a caer en picado desde que se proclamó campeona de Europa hace ya 6 años. Messi se estrenó como capitán, Argentina saltó al campo con la cara renovada para no desgastar a los de siempre de cara a octavos, donde ya esperaba México.
Con Grecia asentada atrás, el gol se hizo de rogar: llegó al final de la primera parte tras un saque de esquina de Messi que Demichelis aprovechó para colarsela a los griegos. Con el partido resuelto, el capitán se lanzó a por el gol, pero fue Palermo quien le dio la puntilla a los helenos con un gol al borde del final.