La Asociación de Nais e Pais (ANPA) del CEIP Otero Pedrayo alerta a los medios de comunicación, tras esperar un mes a que el Concello arregle la avería,que la calefacción del colegio no funciona.
Aguantando 2 grados de temperatura, con humedad y teniendo las ventanas abiertas por el Covid
“Nos parece indignante que con esta ola de frío, estén los niños desde las 7.30 horas (en el aula matinal) entre los 2 y los 4 grados de temperatura, sabiendo que nuestro colegio está pegado a un río en una zona baja, con frío y humedad y que tenemos que mantener la ventilación en las aulas por el COVID. Nuestras hijas e hijos no pueden ni escribir, tiritan de frío, salen del colegio con dolor de barriga, de espalda, destemplados, con las manos y pies congelados”, señalan desde el ANPA.
Sin respuesta del Concello
El pasado día 11, Víctor Casal, director del centro, envió un email al Concello solicitando “urgentemente” la reparación de la avería “causante en nuestro centro que impide que funcione la calefacción desde el pasado mes de noviembre de 2020″.
Esta incidencia ya “ha sido comunicada telefónicamente en múltiples ocasiones“, y a día de hoy “todavía no ha sido solucionada”.
Los avisos e intentos de comunicación por parte de la dirección del centro con la empresa encargada de este mantenimiento para que solucionase este problema, “han sido nulos e ignorados“.
“Paralelamente a esta incidencia y las condiciones metereológicas actuales (ola de frío) son las molestias que ocasiona al tener a 140 alumnos pasando frío (incluidos el personal docente y servicios)”.
Tampoco funcionan los enchufes
El ANPA ndica que si la caldera de la calefacción no funciona debe repararse y si no tiene arreglo, tiene que sustituirse por otra, pero no se puede permitir esta situación por más tiempo. “Desde el AMPA somos conocedores de que esta caldera lleva años dando problemas constantes, pero no hacen nada por solucionarlo”, comenta.
Por si fuera poco, los enchufes de la segunda planta no funcionan, por lo que ni siquiera se puede poner un calefactor.
Sin conserje
A lo anterior se suma la falta de conserje. “Tras jubilarse el que había, enviaron uno, pero se le acabó el contrato en diciembre y nos quedamos sin él, que es quien abre el aula matinal. En otros centros que estaban en la misma situación ya lo tienen”.