Muchas figuras, algún reserva, pocas ocasiones y menos puntería para un partido en el que se veían las caras dos viejos rivales, Portugal y Brasil (0-0), en el que todo lo que se veía en el campo sonaba a pacto para arrancar un punto cada uno y mantenerse en octavos, los brasileños como primeros de grupo, los lusos como segundos. Si todo va bien, España se las verá con los de CR7 el próximo martes.
Deco, Liedson, Kaká, Robinho y Elano, todos ausentes, por lesión o suspensión. Mucho humo y muchos tiradores desde media distancia sin hacer temblar nada. El exceso de protagonismo de Cristiano Ronaldo eclipsó a sus compañeros y, terminado el primer tiempo, todos al vestuario con escasez de fútbol y 7 amarillas.
Tras la reanudación, individualidades continuas de CR7; era el minuto 59 cuando recordó que el fútbol era un juego colectivo y Portugal tuvo su oportunidad más clara. Primera y única. Los de Queiroz no terminaban de definir el ataque, pero tenían muy clara su defensa. Al final, lo único que les importaba era el reparto de puntos. No les costó mucho, hablaban el mismo idioma…