Los narcocorridos tienen su riesgo. Sergio Vega lo sabía y aunque había reforzado su seguridad no le ha valido de nada. El cantante murió esta noche acribillado a balazos cuando viajaba en su Cadillac rojo hacia Alhuey, en Angostura, donde iba a dar un concierto. Un número desconocido de asaltantes le esperaba en la carretera y tirotearon el coche acabando con su vida e hiriendo de gravedad a la persona que viajaba con él.
“Yo, que navego temas muy fuertes, muchos corridos, tiene su temorcito y hay que encomendarse a Dios”, había manifestado el artista de Sonora, horas antes de partir para Angostura, al diario ‘La Oreja’. Proféticas palabras, sin duda.