El objeto más distante de la Tierra fabricado por el hombre, la Voyager 2 cumplió ayer 12.000 días ininterrumpidos de servicio. Fue lanzada al espacio el 20 de agosto de 1977, dos semanas antes que su compañera, la Voyager 1, y en estos 33 años, según ha informado la NASA, no ha dejado de mandar datos sobre los planetas más grandes del sistema solar. Entre ellos algunos tan llamativos como el descubrimiento de los vientos de Neptuno, que superan los 1.170 kilómetros por hora, o la prueba de que el Sistema Solar es ovalado. La Voyager 2, que se encuentra al borde de la heliosfera, la burbuja del sol que envuelve todo el sistema solar, saldrá de éste y entrará en el espacio interestelar antes de que finalice 2015, unos meses antes de que lo haga la Voyager 1. Ahora, la primera está a 21.000 millones de kilómetros del Globo, una distancia de tales proporciones que una señal enviada desde aquí, viajando a la velocidad de la luz (300.000 kms/s) tarda en llegar hasta ella casi 13 horas.
Ambas sondas llevan consigo un disco de oro con una selección de hora y media de duración de música proveniente de varias partes y culturas del mundo, saludos en 55 idiomas humanos, un saludo del entonces Secretario General de las Naciones Unidas y el ensayo Sonidos de la Tierra, que es una mezcla de sonidos característicos del planeta. También contiene 115 imágenes (+1 de calibración) donde se explica en lenguaje científico la localización del Sistema Solar, las unidades de medida que se utilizan, características de la Tierra y características del cuerpo y la sociedad humana
Entre la música que se encuentra a bordo de la Voyager puede escucharse ‘Dark Was The Night, Cold Was The Ground’ de ‘Blind’ Willie Johnson, un cantante norteamericano de blues, ciego, que se ganaba la vida cantando en las calles de Beaumont, en el estado de Texas, a cualquiera que quisiera escucharle. En 1945, la casa de Johnson se quemó, por lo que el músico terminó viviendo en las ruinas de la misma y durmiendo en una cama mojada, hasta que falleció de una neumonía.