Piden que se aprueben las Zonas de Bajas Emisiones como exige la Ley de Cambio Climático
En el comienzo de la Semana Europea de la Movilidad, y bajo el lema “Disfruta de una ciudad con menos coches”, diferentes grupos de voluntariado de Greenpeace -entre ellos Ecoloxistas de Galicia-han salido en 18 ciudades, incluyendo a Vigo, para recordar a sus alcaldes y alcaldesas que aprueben nuevas Zonas de Bajas Emisiones antes del año 2023, tal y como exige la Ley de Cambio Climático.
Un ‘Abel Caballero‘ entusiasmado
Ante la “pasividad y la falta de ambición de la mayor parte de ayuntamientos“, incluyendo al de nuestra ciudad, el voluntariado de Greenpeace ha decidido dar un toque de atención a sus alcaldes e “inaugurarlas” simbólicamente ellos mismos.
Armados con una cinta, pancartas y carteles informativos, cada comitiva inaugural ha recibido a Abel Caballero para emular lo que sería estrenar una zona con restricciones a los coches más contaminantes y así disfrutar de una ciudad con más espacio para las personas.
En opinión de Greenpeace, la apertura de nuevas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) debería ser un hito histórico que contribuya a reducir la contaminación de la ciudad, a eliminar emisiones causantes de cambio climático y a recuperar espacio público para las personas, no para los coches.
Esta actividad coincide con el inicio de la Semana Europea de la Movilidad, el evento donde desde la Comisión Europea se recuerda a las entidades locales la necesidad de apostar por una movilidad segura, accesible y no contaminante.
Greenpeace presenta sus criterios para unas ZBE efectivas
Por ley toda ciudad de más de 50.000 habitantes deberá tener al menos una Zona de Bajas Emisiones en 2023. Sin embargo, Greenpeace alerta de que muchos proyectos no servirán realmente para bajar las emisiones y sólo impulsan medidas cosméticas para “cumplir” con la Ley de Cambio Climático. Además, la mayor parte de ayuntamientos no está haciendo su trabajo con la celeridad necesaria para que estas ZBE sean una realidad cuanto antes.
Por este motivo la organización ha elaborado un dossier de criterios mínimos para garantizar que las ZBE propuestas cumplan los objetivos de reducción del tráfico rodado. La actividad desarrollada por el voluntariado también ha recordado la necesidad de revisar el etiquetado ambiental de la DGT, un proceso bloqueado ‘sine die’ desde el año pasado y que permite que tecnologías contaminantes como el gas natural, los motores “microhíbridos” o los SUV de gran tamaño y cilindrada obtengan la calificación ECO a pesar de que sus emisiones superen incluso las de un motor gasolina convencional.
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