Vio el control de alcoholemia que había en Gran Vía y, sin pensárselo dos veces, dio marcha atrás 15 metros sin importarle que para ello los coches que venían por detrás tuvieran que evitarlo con maniobras bruscas. Después se metió en dirección prohibida por la calle Honduras a gran velocidad y comienza una persecución policial por las calles Caracas, Padre Don Rúa, Fernando Conde, Panamá y Venezuela, saltándose semáforos y poniendo en peligro a conductores y peatones.
Eran las 07:45 horas de la madrugada del domingo. La Policía Local consiguió detenerlo en la calle Venezuela y, al pedirle la documentación, se encontraron con que el conductor del Mazda 3 mostraba evidentes signos de embriaguez. Tras varias negativas a hacerse la prueba de alcoholemia, al final consiguen que se la haga, dando 0,63 miligramos por litro de sangre.
Al ser detenido por conducción temeraria y por un delito contra la seguridad vial, el joven de 23 años comenzó a insultar y amenazar a los agentes.