Al presidente francés la ve a hacer falta un escalón para algo más que para hacerse las fotos junto a Obama, lo va a necesitar para recuperar su estatura de estadista que ahora mismo está en su punto más bajo desde que llegó al Eliseo. Según una encuesta publicada hoy por el ‘Nouvel Observateur’, sólo el 33% de los franceses tiene una buena opinión de Sarkozy.
Este porcentaje ha descendido un 4% desde el mes pasado tras la salida a la luz de los casos de financiación irregular de su partido en la que está involucrado el actual ministro de Trabajo y tesorero del mismo, Eric Woerth. Ello ha supuesto que nada menos que el 63% de sus conciudadanos crea que ‘Sarko’ no es la persona idónea para gobernar Francia, una impopularidad que no tiene precedentes en aquel país.
Sin embargo, en contra de lo que pasa en España, no se pide su dimisión: el pueblo francés cree que tiene que remodelar a fondo su gobierno, cambiar de política en varios de los temas más importantes, desde la economía a los asuntos exteriores, y dar la cara en este escándalo de financiación ilegal. Esto último podría hacerlo durante una alocución televisada a toda la nación.