La manifestación del viernes pasado culminó meses de protestas del personal de Vitrasa, que mantiene desde hace un año, movilizaciones ante la «negativa de la empresa a negociar un convenio caducado en 2020». Los profesionales, reclaman una «actualización salarial; descanso en las jornadas de trabajo o mejoras sociales» y piden que todo ello se refleje en un acuerdo al que, insiten, la concesionaria no quiere llegar.
Desgaste físico y mental
Detrás de estas jornadas de protestas y de paros, están viendo como aumenta “nuestro desgaste mental y físico” que, aseguran, “es lo que pretende la empresa“. Así, acusan a sus responsables de “carecer de empatía y de idolatrar el dinero” y, recalcan, “no les importa el deterioro ni del servicio, ni de la propia compañía” que, hasta hace poco, apuntan, era “un emblema” de la ciudad.
Jornadas inacabables y presión constante
Ahora mismo, denuncian que “nuestra realidad diaria nos somete a jornadas interminables, a una presión constante por cumplir horarios imposibles, a afrontar días que ni podemos ir al baño y a defender nuestra labor, que está siendo constantemente juzgada y evaluada”. A ello se suman, además “el miedo y el desgaste” que, insiste una de las trabajadoras, están padeciendo desde hace meses.
“Situación desesperada”
“La situación es desesperada”, añade, “nuestras acciones perjudican irremediablemente a los usuarios, mientras empresa y Concello miran para otro lado sin mover un dedo. Queremos seguir desempeñando nuestro trabajo pero solo pedimos hacerlo en unas condiciones dignas. ¿Acaso es tanto?”.
Todo esto, “unido a la falta de interés por parte del Concello por escucharnos, es realmente frustrante y no hace sino perpetuar el problema”. En ello han insistido, una y otra vez los representantes de la plantilla quienes siempre han criticado que el Gobierno local siga al margen, no contribuya a lograr un acercamiento entre ambas partes e incluso mantenga que “Vitrasa no recibe ni un céntimo del Concello” y que las cantidades que salen de las arcas municipales son para los ciudadanos.