Hace semanas que se puede pasear por él o tomar el sol en sus gradas, pero hasta hoy no se había inaugurado. Allí ha ido el alcalde a hacerlo: ahora el reformado paseo de Bouzas ya tiene dos placas que dan cuenta de su cambio.
En total, se han invertido en el mismo 3.758.000€ para actuar sobre una superficie de 7.800 m2 y alrededor de 500 metros de largo: la distancia entre la iglesia al puente de la VG-20. La actuación incluye, además de rehabilitación de toda la superficie del paseo de madera- que ahora es de teca-, y se ha convertido en un «paseo blando»; tres zonas de escaleras de acceso a la playa y cinco áreas de hostelería compatibles con la bajada al arenal.
Playa urbana
Cuando puso la primera piedra, Abel Caballero aseguró que el lugar se transformaría para acoger una “modo de playa urbana que permite llegar mar”, y así es, gracias a 250 metros de zona de gradas y tres partes de escaleras.
Además, el nuevo paseo combina la madera con zonas ajardinadas que pasan de los 1.600m2 anteriores a 2.500. Para ello, se han plantado especies autóctonas de arbolado -incluyendo dos olivos centenarios. y herbáceas propias de la zona litoral. Varias de ellas delimitan ‘islas’ -con pérgolas- donde hay asientos y ‘tumbonas‘… dotadas con ‘enchufes’ para cargar el teléfono móvil o la tablet, todo sin quitarle ojo al mar…y si además vienes de nadar, hasta puedes darte una ducha.