Dos apartamentos en los que Aldeas Infantiles SOS proporcionaba alojamiento a familias en situación de vulnerabilidad en Gaza han quedado completamente destruidos en un ataque aéreo. Las personas que vivían en los apartamentos ya habían sido reubicadas en otro lugar más al sur. Ningún participante o miembro del personal del programa ha resultado muerto o herido por este ataque.
Ataques a civiles
Aldeas Infantiles SOS condena enérgicamente los ataques contra infraestructuras civiles. La organización ya ha perdido y lamenta la muerte de varios niños, jóvenes y familias relacionados con sus programas en Gaza e Israel desde el pasado 7 de octubre.
Así, la ONG reitera su llamamiento al alto al fuego y apela a respetar el Derecho Internacional Humanitario. Ingrid Johansen, directora general de la organización a nivel internacional, ha declarado: “estamos trabajando duro para garantizar la seguridad del mayor número posible de niños, niñas y familias en nuestros programas en Gaza. Estamos desolados por las vidas perdidas y los heridos. También estamos consternados por la destrucción de infraestructuras civiles, incluidos los apartamentos en los que vivían familias apoyadas por nuestros programas antes de que comenzara el conflicto”.
Niños que han perdido el cuidado de sus padres
“Trabajamos en Gaza para ayudar a algunos de los niños más vulnerables: los que han perdido el cuidado de sus padres o corren el riesgo de perderlo. Los niños son los que más sufren en cualquier guerra“, ha explicado Ingrid Johansen.
Aldeas Infantiles SOS opera en la Franja de Gaza desde hace más de 50 años proporcionando cuidado alternativo y apoyo a niños, niñas, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad. Según la organización, la Aldea de Rafah se enfrenta a una amenaza inminente para la seguridad de su personal y de los 75 niños y niñas que residen en ella. Todos ellos, cuyas edades oscilan entre 1 y 13 años, se encuentran bien, pero con un acceso limitado a agua y alimentos.
Incluso los refugios de la ONU han sido bombardeados
Según uno de sus trabajadores, “en la Aldea de Rafah escuchamos el sonido de los bombardeos durante todo el día. Los niños y las niñas están nerviosos y temen perder a sus familiares y amigos. Están bajo mucha presión. Nuestro equipo está haciendo todo lo posible para mantenerlos ocupados con diversas actividades y juegos. Hasta ahora la situación de los niños, los cuidadores y el personal es estable, pero ningún lugar es seguro en Gaza, incluso los refugios de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados) han sido bombardeados. La Aldea Infantil SOS de Rafah tiene comida suficiente para un mes más, pero la situación dista mucho de ser segura”.