No hay solución a la vista. Seguirá la huelga de autobuses en Vigo. La reunión de hoy, convocada por Vitrasa, ha acabado sin avance alguno. Según los sindicatos, la Dirección “se presentó sin ningún tipo de oferta. Lo único que pusieron sobre la mesa fueron reproches y desacreditaciones al Comité de Empresa al igual que lo que está realizando el Concello en las últimas jornadas”.
Para los representantes de la plantilla, Vitrasa no acepta la decisión tomada por los trabajadores en la última asamblea, “pretendiendo desaprobar la votación a mano alzada. Además pretenden desautorizar al Comité para negociar el convenio, cuando llevamos 3 años en conflicto por su propia negativa a negociar”.
Mejorar la oferta
Desde el Comité se les traspasó que la plantilla había sido clara en la última asamblea realizada y que no aceptó la oferta de la empresa, por lo que, “si pretendía desbloquear la situación de huelga era necesario que esa oferta fuese mejorada”. Sin embargo, aseguran los representantes sindicales, “la Dirección se limitó a solicitar una propuesta al Comité sin ofrecer nada a cambio”.
Actualización de los salarios
Por ello, este volvió a solicitar una actualización de salarios en el mismo porcentaje que ha obtenido la empresa con la subida del billete en los últimos 3 años –un 16%-, “para poner fin así a la huelga y continuar negociando el resto del convenio”.
A juicio de los sindicatos, “esta situación demuestra que las intenciones de la dirección de Vitrasa no pasan por solucionar el conflicto, se encuentran cómodos facturando miles de viajeros con la mitad de gastos, mientras esperan un reequilibrio millonario, el personal pierde miles de euros y los viajeros quedan tirados en las paradas”.
“¿Qué hará el Concello de Vigo ante esta actuación de Vitrasa?”
Esto se preguntan desde el Comité, después de las últimas manifestaciones de los responables del Gobierno municipal que han acusado a los sindicatos de plantear una huelga política; de dañar a la ciudadanía, incluso, ayer mismo, de tener en su entorno a “gente violenta que está dañando autobuses a diario”.
“¿Volverá a criticar a los trabajadores poniéndose al lado de la empresa? ¿O exigirá a Vitrasa sentarse a negociar con voluntad de llegar a acuerdos?”
Una propuesta “inasumible”
Totalmente “inasumible”. Eso responden desde Vitrasa a la petición del Comité de Empresa. Aseguran que los representantes de los trabajadores “están de espaldas a la realidad, pidiendo una subida salarial absolutamente imposible de atender”. Así, lamentan, que esta es sólo una condición para seguir negociando otros temas, como el cobro de atrasos. Ello “representa un incremento del 50% del coste laboral para el año 2024, sin contar otros aspectos que siguen solicitando”.
“Perjudicando a los ciudadanos y a sus compañeros”
La Dirección de la compañía insiste en que en el Comité son conscientes de esta situación, pero “prefieren seguir adelante con los paros perjudicando a los ciudadanos, a la empresa y a sus propios compañeros”. Por ello, reafirman su ofrecimiento de un aumento de un 2,5% consolidado en tablas salariales, el pago de los atrasos correspondientes a todo 2023 y seguir negociando, “sin huelga”.
El Comité ya lo aceptó
Vitrasa insiste en que “el Comité al completo aceptó este pre-acuerdo el jueves pasado, sin condición alguna y posteriormente en la Asamblea con los trabajadores no fueron capaces de defenderlo, votando en contra del mismo de manera prácticamente unánime”.
La empresa les ha pedido explicaciones por ello al tratarse de algo inaudito. “Nos sentimos engañados piesto que el propio Comité se puso en contra de un acuerdo que había firmado, horas antes, por unanimidad”.
No acepta la votación
Por ello, desde la concesionaria insisten en que no reconoce la votación, “al no garantizar el voto libre y realizarse en un contexto de presiones y señalando públicamente la posición de cada trabajador”. De ahí que acusen al Comité de “coartar la voluntad de todos los trabajadores para decidir como quieren ejercer su voto, señalando en un listado, con nombres y apellidos, el voto de cada una de las personas que participaron en la asamblea, quedando claras las presiones hacia quienes no piensan como ellos“.