La ocupación de los hoteles de Vigo el sábado, coincidiendo con el encendido del alumbrado navideño, fue del 82%. Así lo ha indicado hoy el alcalde quien ha añadido que durante el fin de semana -viernes, sábado y domingo- ese porcentaje se situó en el 72,5%.
Abel Caballero subrayó que durante el acto funcionó perfectamente el dispositivo de emergencia y concluyó asegurando que no hubo problemas de tráfico.
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Recuperar el Fin de Año en As Travesas
En relación con la programación de Navidad, el grupo municipal popular ha propuesto recuperar la fiesta de Nochevieja en As Travesas, “que reunía cada año a más de 10.000 personas”. Así lo ha planteado en las comisiones informativas de este lunes pidiendo que el Concello promueva la celebración del evento “después de que la Asociación de Comerciantes de As Travesas (Aetravi) se viera obligada a desistir de ella hace un año por cuestiones económicas y organizativas”.
Miguel Martín, portavoz municipal de los populares, afirma que “vigueses y turistas llevan cuatro ediciones sin poder festejar esta fecha tan señalada en la Praza de América por culpa de la pandemia, del mal tiempo y de la falta de iniciativa municipal“. Así, el concejal vigués considera que el Gobierno local “debe recoger el testigo y continuar con una tradición que permita que los vigueses se tomen las uvas y den la bienvenida al año nuevo con una fiesta en la calle”.
Sin lugar en la calle para dar la bienvenida al año nuevo
Asimismo, Martín ha remarcado que los visitantes no tienen ningún lugar público en el que disfrutar de la Nochevieja, lo que suscitó algunas quejas el pasado mes de enero. “Las fiestas de fin de año en plena calle son una imagen típica en todo el mundo, desde Sidney hasta Nueva York. Y parece lógico que una ciudad que aspira a ocupar un lugar en el mapa de la Navidad también ofrezca la posibilidad de dar la bienvenida al año nuevo en plena calle”, ha destacado.
Para el PP de Vigo, la afluencia que registraba este evento con 20 años de vida demuestra su “éxito” y el “interés” que generaba en una ubicación que permite “descentralizar” los festejos navideños. Se trata, además, concluye su portavoz, de una celebración que conlleva un gasto “perfectamente asumible” para las arcas municipales, que ya aportaban 30.000 de los 40.000 euros que costaba esta fiesta con DJ, verbena, la cuenta atrás frente al Instituto Santa Irene y el resto de ingredientes habituales.