A través de una nota de prensa, el Ministerio de Fomento, que dirige el lucense, ha comunicado que la obra ha sido adjudicada a la Unión Temporal de Empresas (UTE) y que la misma duplicará la superficie de la terminal, que pasará de los 8.700 metros cuadrados actuales a más de 20.000.
El nuevo aeropuerto tendrá cuatro alturas, una destinada íntegramente al control de equipajes y almacén, un vestíbulo con 23 mostradores, zonas de seguridad, llegadas, área comercial y control y recogida de equipajes. La terminal de salidas estará en la primera planta, para lo cual se habilitarán cuatro pasarelas de embarque; en la parte superior se abrirá una central meteorológica y el departamento de operaciones aéreas, además de las oficinas.