Los datos han sido facilitados por UNICEF, cuyos responsables en la zona han indicado que hay casi un millón y medio de personas afectadas, lo que supone el mayor desastre natural desde el terremoto que mató a 75.000 pakistaníes en 2005. Las autoridades de aquel país han reconocido que las infraestructuras de la región de Jyber-Pakhtunkhwa, la más castigada, han vuelto a la situación en la que estaban en 1950, hace medio siglo.
A estos daños hay que sumar el corte de una de las principales conexiones con China y el daño sufrido por casi 30.000 edificios, efectos de las inundaciones que podrían verse agravados en las próximas horas pues los servicios metereológicos han advertido de la llegada de más lluvias, lo cual aumentaría el impacto del desastre.