La causa de este repunte del paro está en la pérdida de actividad de todos los sectores económicos, que ha hecho que caiga la ocupación, de manera más notable en la industria y la construcción, con tasas del 11,6% y 9,6%, respectivamente. Encima de ello, los contratos que se firman apuntan a un aumento de la temporalidad y un asentamiento de los parados de larga y muy larga duración, además de un descenso de la firma de vínculos laborales indefinidos.
Pese a ello, en el primer semestre de 2010 el número de trabajadores afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE) se redujo de 6.801 en 2008 y pasó a 24.436 en 2009, reflejo de la caída del Producto Interior Bruto, que descendió en un 1,7% en el segundo trimestre de este año, lo que indica que la recuperación económica es mucho más lenta de lo esperado, un dato al que hay que añadir que dicha recuperación se verá afectada por las medidas de recorte tomadas por el Gobierno para reducir el déficit público.