El Sergas tendrá que indemnizar con 151.000 euros a un joven pontevedrés de 21 años que sufre daños irreversibles al diagnosticarle con 20 meses una parálisis de Kugelber Welander o atrofia muscular espinal infantil tipo III, que, sin embargo, no se corresponde con la enfermedad de Werdning Hoffman que realmente sufre, como se ha comprobado tras las pruebas periciales. Esta atrofia muscular espinal infantil tipo I es una enfermedad considerada rara y mucho más grave que no pudo ser tratada de forma adecuada por un error médico que se mantuvo durante más de 13 años y que provocó que la médula sufriera un proceso compresivo que la lesionó de forma irreversible.
El paciente, residente en Cuntis, sufre a día de hoy una lesión medular irreversible y una escoliosis dorso-lumbar severa, por lo que vive atado a una silla de ruedas y necesita de la ayuda de otras personas en cualquier situación de su vida diaria.
En la sentencia se recoge, además, el daño moral causado a los padres del paciente, que tomaron medidas para no tener más descencencia, ya que se les dijo también erróneamente que la enfermedad que padecía su pequeño era hereditaria. Y la juez tampoco pasa por alto el daño generado al paciente al desaparecer su historia clínica en un incendio de las naves en las que se custodiaba.
Tanto Sergas como la compañía de seguros puede recurrir la sentencia ante el Tribunal Suprior de Xustiza de Galicia.