Sarkozy mintió. El presidente francés aseguró que la expulsión de Francia de gitanos procedentes de Rumanía y Bulgaria no tenía nada que ver con su condición racial, algo que ha sido desmentido por varias circulares del Ministerio del Interior francés dirigidas a las prefecturas y en las que se dan instrucciones específicas contra los gitanos que viven en campamentos ilegales.
Dichas circulares han sido colgadas en Inernet por el diario digital ‘Le Canard Social’ y puede comprobarse en la del día 5 de agosto que señala que “300 campamentos o asentamientos ilícitos deberán ser evacuados en tres meses, en primer lugar los de gitanos“.
Le president anunció a finales de julio, después de los disturbios que se produjeron en Grenoble, que acabaría con todos los campamentos ilegales y expulsaría a sus residentes, algo que ha empezado a cumplir. El Parlamento Europeo criticó la manera de obrar del gobierno francés y el día 9 condenó estos hecho e instó a Francia a detener “inmediatamente” las expulsiones de gitanos, algo que no se ha cumplido ni va a cumplirse, si hay que hacer caso de las palabras del ministro francés de Inmigración, Eric Besson, que hace unos días afirmó que no pararán las expulsiones.