Intentó que los pasajeros pagaran un billete por ir de pie, pero como lo llamaron loco ahora intentará introducir en sus aviones los ‘SkyRiders’ o asientos verticales. Es la nueva idea de Ryanair, low cost hasta en los servicios que ofrece: serían los asientos más estrechos del mundo y ocuparían entre el 30 y el 40 por ciento del espacio del avión. El público, claro, el menos exigente: los jóvenes, que “son capaces de pasarse 4 o 5 horas esperando a las puertas de un concierto”.
Se instalarían en las rutas con una duración menor de dos horas y costaría entre uno y 4 euros, a lo que habría que sumar las tasas. Aunque aún le queda un largo camino: a pesar de que la compañía querría tenerlos instalados antes de dos años, primero tiene que adaptar sus aviones y conseguir visto bueno y autorización de Europa, Estados Unidos e Irlanda. Veremos si lo consigue…