La gala de inauguración del 58 Festival de Cine de San Sebastián daba el pistoletazo de salida a días de estrellas y alfombra roja en la ciudad vasca. Y lo hacía con una estrella: Roman Polanski, que recibía el premio Fipresci 2010 de la crítica internacional a su última película, ‘The ghost writer’. Por supuesto, una estrella ausente. Sus problemas con la justicia lo han hecho quedarse en Suiza, así que en su lugar subía a por el galardón la actriz británica Olivia Williams.
Hoy, sin embargo, el protagonista estaba bien visible. El director y presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, recibió hoy el Premio Nacional de Cinematografía 2010, dotado con 30.000 euros. Aunque siempre dando guerra: si en los Goya ya hirió alguna que otra sensibilidad diciendo verdades con su visión autocrítica del gremio, hoy volvió a hacer gala de su opiniones. Todo después de 24 horas sin dormir y de perder dos aviones para intentar llegar a tiempo desde Canadá.