Hace 10 años que las autoridades del Kurdistán, en Irak, tienen encarcelado a Walid Yunis Ahmad, “sin cargos ni juicio”, según ha denunciado Amnistía Internacional (AI). La ONG, que ha difundido esta noticia hoy, denuncia que el caso de Walid no es el úico y que hay muchas más personas en su caso y que la mayoría han sufrido tortura sólo por la sospecha de que puedan estar relacionadas con grupos islamistas, aunque dicha relación no pueda ser probada ni los detenidos acusados de cometer delito alguno.
“Llevo diez años sin ver a mis hijos. No quería que me vieran en esta situación“, aseguró Walid a la delegación de Amnistía Internacional que le visitó en la cárcel el pasado mes de junio. En dicha visita, los responsables de AI constataron que fue detenido a principios del año 2000 y que hasta 2003 su familia no supo si estaba vivo o muerto.
El preso ha denunciado que ha sido torturado, mantenido en aislamiento y trasladado de una cárcel hasta su actual destino: el cuartel de las fuerzas de seguridad kurdas de Erbil. Las autoridades kurdas explican que no pueden juzgar a Walid Yunis Ahmad porque la ley antiterrorista fue aprobada seis años después de su detención y el Código Penal iraquí, anterior a ella, no incluye delitos de terrorismo, eso sí, estos dirigentes han ignorado que dicho código sí establece la prescripción de los actos que pongan en peligro la seguridad interna o externa del Estado.
Esto supone, de hecho, tal y como ha denunciado Amnistía Internacional, que “Walid está recluido indefinidamente sin posibilidad de ser acusado o juzgado, en lo que supone una flagrante violación del Derecho Internacional“.