É a segunda vítima de hoxe nas estradas de Galicia
Leer másVirginia ejecuta a una mujer por primera vez desde 1912
La condenaron a pena de muerte hace ocho años, cuando ordenó a dos hombres, uno de ellos su amante, matar a su marido y a su hijastro para cobrar el seguro. Pasadas las 21:10 horas en Estados Unidos, Teresa Lewis moría tras inyectarle un combinado de fármacos en el correccional de Greensville, en Virginia. Es la primera mujer que se se ejecuta desde 2005, la primera desde 1912 en Virginia, uno de los estados que lidera la aplicación de la pena capital. Y es que el género femenino representa apenas el 2 por ciento de los presos del corredor de la muerte.
Asustada y pidiendo perdón a su hijastra, Kathy, Lewis pasó el último día en su celda sin ventanas con sus familiares y abogados. Su última cena, a sus 41 años: pollo frito guisantes con mantequilla, un refresco y tarta de manzana. De nada sirvió que pidiera clemencia a través de la televisión pública y que le conmutaran la condena por cadena perpetua para poder seguir viendo a su nieto. Ni las más de 4.000 peticiones de clemencia al gobernador Bob McDonnell ni el argumento de su limitada capacidad intelectual, sólo dos puntos por encima de lo que se consideraría retrasado, consiguieron el perdón.
Los hechos
Lewis aseguró que un hombre vestido de negro había disparado a su marido y su hijastro, pero no tardó en confesar que ella misma se lo había pedido a su amante, Matthew Shallenberger, de 22 años, que acudió junto con otro hombre a perpetrar el crimen. Ambos fueron condenados a condena perpetua, motivo por el que el amante de Lewis se suicidó.
Incluso esto ha generado polémica, ya que sus defensores aseguraban que los dos hombres aprovecharon su bajo coeficiente, equiparable al de un niño de 13 años, para manipularla y quedarse con parte del dinero que la fallecida cobraría de la agencia de seguros.