Cada vez que los científicos demostraban una parte de su teoría, en el primer caso, la curvatura del espacio, la reacción de Albert Einstein era la de sonreír. Quizá pensase lo mismo que su mujer a la que unos periodistas preguntaron qué le parecía un telescopio que llevaba el nombre de su marido y que recibieron como contestación, “lo mismo que hacen estos astrónomos aquí, lo hace mi esposo en el reverso de un sobre”.
No le faltaba razón a la señora Einstein. Aunque los científicos ya sabían que, de acuerdo con la Teoría de la Relatividad, el tiempo pasa más rápido en un lugar elevado, algo que se demostró mediante la comparación de dos relojes atómicos en la superficie terrestre y en un cohete espacial, ahora han comprobado que ello pasa también a escala más pequeña.
Los físicos del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) han medido este efecto a sólo 33 centímetros sobre el suelo, demostrando que cualquiera envejece más subido un par de peldaños más arriba en una escalera, eso sí, no te creas que te harás mucho más viejo: apenas 90 mil millonésimas de segundo a lo largo de la vida de una persona de 80 años.
Sin embargo, la demostración, publicada el la revista ‘Science’, puede proporcionar aplicaciones prácticas en la geofísica y otros campos algo a lo que hay que añadir que los investigadores también confirmaron que el tiempo pasa más lentamente cuando se mueve más rápido, algo que se ha constatado en coches a 50 kilómetros hora, ratificando lo descubierto en anteriores experiencias a bordo de aviones supersónicos.
