No se tomó demasiado bien que la camarera se negara a servirle una copa más ante los síntomas de embriaguez que presentaba: empezó a amenazarla, insultarla y le lanzó un cenicero. Era la segunda cafetería en la que entraba en la calle Castrelos en esas condiciones. Por eso acudió la Policía Local.
Al tratar de identificar al hombre, de 44 años, además de negarse a dar los datos sobre su identidad, encarándose con insultos y amenazas. Por eso fue detenido y puesto a disposición judicial.