La demolición del edificio de al lado se barajó como primer causante del derrumbe del edificio Odriozola, en Vigo. El resultado fue la muerte de una mujer que estaba en ese momento en el patio de su vivienda. Hoy, 11 años después, arranca el juicio penal contra los imputados, entre ellos el director de la obra del inmueble colindante, principal acusado.
Mientras la Fiscalía lo acusa de haberla llevado a cabo sin medidas de seguridad y sin estar capacitado para ello ni técnica ni profesionalmente, el acusado niega cualquier culpabilidad y se defiende alegando que sólo lo habían contratado para retirar los escombros y ahora “quieren echarle el muerto a alguien”, refiriéndose a que los administradores de la empresa propietaria del edificio aseguran que fue contratado para demoler el edificio.
No es el único acusado. Junto a él se sientan otro 8 personas, todos imputados por un delito de homicidio por imprudencia grave, por lo que se piden tres años de prisión e indemnizaciones millonarias para los afectados: los familiares de la fallecida, los propietarios e inquilinos del edificio Odriozola, la farmacia que había debajo, el propietario de un bar al que se le tuvo que restringir el acceso por las ruinas, un vecino al que le aparecieron grietas o el propio Concello de Vigo.
El juicio, que se espera que dure al menos un mes, se lleva a cabo 11 años después de que tras demoler un edificio en la calle García Barbón se viniera abajo un muro medianero sin apuntalar que arrastró uno de los tres cuerpos del Odriozola desplomándose en el patio interior de una vecina de 65 años que falleció en el acto. Además, resultaron heridos varios vecinos del edificio, que fue declarado en ruinas y derruido a cargo del Concello.