Van de extremo a extremo y tiro porque me toca. Si este verano Rusia pasaba una de las temporadas más calurosas en el país y batía todos sus récords con temperaturas que rozaban los 40 grados centígrados, ahora el país gobernado por Medvédev pasará el invierno más frío de los últimos 1.000 años.
Es lo que pronostican los meteorólogos, que aseguran que la corriente cálida del Golfo, que se ha reducido a la mitad en los últimos dos años, no consigue contrarrestar el frío polar que llega del Ártico. Aunque los científicos van un paso más allá y dan una visión un poco más catastrofista de este fenómeno: en cuanto la corriente se pare del todo Europa entrará en una nueva era glacial.