Las paredes del túnel ya están “encamisadas”. Los obreros acabaron hoy ese proceso que no es otra cosa que el reforzamiento de las paredes del pasadizo de 700 metros de largo y 66 centímetros de grosor por el que subirán los trabajadores de la Mina San José, en Chile, que llevan sepultados más de dos meses.
El refuerzo garantizará el paso de la cápsula ‘Fénix’,de apenas medio metro de ancho, que elevará a los mineros, uno a uno. La misma se ha dotado de un equipo comunicación y asistencia vital, principalmente oxígeno, para que los trabajadores, cuyo orden de salida ya se conoce y que comenzará con los más hábiles manualmente y terminará con los más fornidos, puedan aguantar el ascenso que puede durar entre 20 y 60 minutos, dependiendo de las dificultades que entrañe el proceso.
Mientras se completaba el mismo, helicópteros de la Fuerza Aérea sobrevolaban la explotación, practicaban el traslado de los mineros al hospital de Copiapó, donde se les hará una revisión médica exhaustiva para conocer su estado y los efectos de estos meses privados de luz y aire fresco. “Los pilotos están practicando sus vuelos nocturnos, yendo y volviendo, para ubicar bien el área de aterrizaje”, declaró Jaime Mañalich, ministro de Sanidad de Chile.
