Un estudio, de las Universidades de Tokio y Saga en Japón ha demostrado que ratones creados a partir de dos genomas femeninos vivían 186 días más que otros creados de la combinación normal de un genoma femenino y otro masculino.
Tomohiro Kono, autor del trabajo, ha explicado que “hemos visto durante algún tiempo cómo las mujeres tienden a vivir más que los hombres en casi todos los países del mundo y que estas diferencias asociadas al sexo en la longevidad también se producen en muchas especies de mamíferos. Sin embargo, la razón para esta diferencia sigue sin estar clara, en particular, se desconocía si la longevidad en mamíferos estaba controlada por la composición del genoma de sólo uno o ambos padres“.
Para estudiar esta cuestión, en la Universidad de Saga comenzaron a observar la esperanza de vida de ratones producidos sin esperma. Recolectaron ovocitos inmaduros de ratones de un día de edad, manipularon el material genético de estos óvulos para que los genes se comportaran como genes de esperma y trasplantaron este material genético manipulado en ovocitos maduros sin fertilizar de ratones adultos a los que se había eliminado el núcleo.
Estos ovocitos reconstruidos se convirtieron en embriones, que fueron transferidos a un ratón hembra. Los ratones que nacieron tenían material genético de dos madres pero no de un padre. Por otro lado, los investigadores crearon ratones a través de un emparejamiento natural que eran genéticamente idénticos a los ratones de dos madres.
Los resultados en 13 ratones nacidos naturalmente y 13 modificados mostraron que de media, los ratones con dos madres vivían 186 días más que los de padre y madre. Los investigadores revisaron el peso de los ratones. Los nacidos de dos madres pesaban ligeramente menos y eran más pequeños. Además, parecían tener un mejor sistema inmune.