El drogadicto ya no es un excluido social que vive entre cartones en la calle y se desplaza a guetos para conseguir la droga; se trata de una persona con trabajo, responsabilidades familiares e integrado en la sociedad. Así lo ha indicado el responsable de la Jornadas Nacionales sobre Drogodependencia, quien ha avisado que hay que tener en cuenta este nuevo perfil.
Pablo Villarino ha asegurado que el nuevo drogodependiente es una persona joven que empieza a consumir los fines de semana y que esnifa cocaína. Ello hace que estos casos tarden más en conocerse, ya que la adicción no es visible hasta pasado el tiempo, lo que hace más difícil el prevenirla y atajarla.
“Repensar la intervención profesional: Nuevas Realidades, Nuevas Mentalidades“, este es el lema que da título a unas reuniones, en las que, desde este miércoles y hasta el viernes, convocan en Ourense a 130 profesionales de proyectos de drogodepencia de toda España.
Psicólogos, médicos, educadores sociales y trabajadores sociales de los distintos proyectos contra la adicción a las drogas de todo el territorio nacional, intentarán señalar cuál es el panorama actual de la drogadicción en España, hacer un retrato robot del nuevo drogodependiente y señalar qué sustancias empiezan a sustituir, cada vez a edades más tempranas, de manera casi indetectable y con consecuencias que aún se desconocen, a narcóticos como la heroína, la cocaína o el hachís.
A este respecto, la coordinadora provincial de Cruz Roja de Ourense, ha declarado que impulsar proyectos dirigidos a drogodependientes implica estar preparados para hacer frente a nuevas situaciones y necesidades distintas. Marisa López instó, para ello, a actualizarse para afrontar estos nuevos perfiles, sino “no estaremos listos para afrontar el problema y darle una respuesta efectiva”.