Sindicalista hasta en el momento de su entierro. Marcelino Camacho ha sido enterrado hoy en el cementerio civil de la Almudena tras un acto en la Puerta de Alcalá, en la Plaza de la Independencia, en el que recibió un último homenaje arropado por familia, amigos y miles de personas. Su viuda y sus hijos recordaron la historia de Camacho, fundador y primer secretario general de Comisiones Obreras que pasó más de una vez por la cárcel por oponerse a las ideas del Régimen.
Los restos mortales de Marcelino Camacho, que falleció en la madrugada del viernes a los 92 años, llegaron a esta plaza madrileña desde la sede central de CCOO, donde se instaló la capilla ardiente, y donde Santiago Carrillo se acercó para arropar a la viuda del ex dirigente sindical, Josefina Samper, entre la ovación de la gente que se había trasladado para despedir a Camacho en el auditorio que lleva su nombre y que se pusieron en pie para entonar la Internacional. Su salida del centro, entre aplausos y el grito de ‘¡Viva la lucha de la clase obrera!’ con el puño en alto.
En el cortejo fúnebre y en el posterior homenaje han estado presentes numerosas personalidades, como el actual ministro de Trabajo, Valeriano Gómez; los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez; los ex secretarios de ambos sindicatos; el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa; la escritora Almudena Grandes, que leyó unas palabras de despedida; o compañeros del Proceso 1001, por el que Camacho estuvo seis años en prisión. Una gran reunión para la familia comunista.
La viuda del hombre al que nunca doblegaron sentenció con una entereza encomiable: “Si uno cae, se levanta inmediatamente y sigue adelante”. O las palabras de su hijo, en la que glosaba a su padre, su firmeza de ideas y ru regreso a España desde el exilio por que es donde estaba la lucha. Igual que recordó que siempre ha sido una lucha conjunta con su madre, que se levantaba a las 4 de la mañana para poner las ollas al fuego y llevar la comida a los presos cuando Camacho estaba en la cárcel. “Compañeros, compañeras, siempre adelante, siempre a la izquierda”.
Comunista desde los 17 años
Sindicalista activo, siempre luchando por los derechos democráticos y de los trabajadores en los últimos meses de la Guerra Civil fue encarcelado por pertenecer al bando republicano y condenado a trabajos forzosos en Tánger, de donde escapó para vivir en el exilio en Argelia. Regresó a España tras ser indultado en 1957 y comenzó a trabajar como metalúrgico en Perkins Hispania. Pronto fue elegido representante de los trabajadores de la empresa, pero fueron sus actividades sindicales y políticas las que lo llevaron de nuevo a la cárcel nueve años.