Sus coches eran protagonistas de numerosas películas de Hollywood de los años 60 y 70 y marcaron una era en el sector de la automoción americano. Pero la crisis la ha tocado de lleno. Pontiac fabricó ayer su último vehículo, justo un año después de que la General Motor anunciara la toma de esta medida como consecuencia de una amplia reestructuración por los problemas financieros del grupo y por la caída sostenida de las ventas de Pontiac.
Fundada en 1926, se bautizó con el nombre de la ciudad en la que se abrió la primera fábrica de Pontiac. Desde entonces su nombre se asoció al del automóvil deportivo estadounidense con modelos muy populares como el Firebird, el GTO o el Bonneville. La crisis se lleva por delante el símbolo de toda una época.