Hubiera supuesto millones de dólares en ingresos y un duro golpe a los cárteles mexicanos, pero el pueblo no ha querido. Como apuntaban las encuestas, el referendum para intentar legalizar el consumo de marihuana como uso recreativo en California ha terminado con un 56% de los votos en contra y votando un no rotundo a la proposición. La idea era conseguir un mayor control fiscal de su consumo y venta y contribuir a llenar las dañadas arcas del Estado.
La industria del cannabis mueve unos 14.000 millones de dólares al año, pero sus detractores temían que con la legalización proliferasen las plantaciones, aumentara la adicción, el riesgo de accidentes y supusiera una puerta de acceso a las drogas para los más jóvenes.