Tras bendecir la Sagrada Familia de Barcelona, templo que desde hoy está dedicado al culto, el Papa ha abogado por la vida desde el momento de la concepción y ha defendido el matrimonio “natural”, en referencia a la oposición de la Iglesia al matrimonio entre homosexuales.
Aunque estará con el presidente del Gobierno antes de despedirse de España, Benedicto XVI no ha querido dejar de criticar ante las 6.500 personas que siguieron sus palabras, la reforma de la ley del aborto aprobada por el ejecutivo español.
Benedicto XVI ha recordado que los católicos “se oponen a todas las formas de negación de la vida humana y apoyan cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar“, además, antes del Angelus, el Santo Padre ha expresado su oposición a la eutanasia indicando que la vida llega desde la concepción “hasta su declive natural”.
