Da igual que la Xunta le hubiera advertido de que en una cláusula del actual contrato se le obliga a mantener el concierto y la actividad sanitaria mientras no se llega a un acuerdo en la nueva negociación, pero Povisa ha hecho oídos sordos y hoy a presentado al comité de empresa el expediente de regulación de empleo que pretende llevar a cabo.
Se trataría de un ERE que afectaría a cerca de un millar de trabajadores entre los 800 aproximadamente que se despedirían del personal indefinido del sanatorio privado y los 200 de los contratos de obra vinculados al convenio con el Sergas y que se pretende aplicar ya el 1 de enero de 2011, ya que el convenio con el Sergas caduca el 31 de diciembre. Povisa ha decidido retrasar la presentación en el registro de la Xunta después de una reunión con Lucía Molares en la que la delegada en Vigo ha reducido el límite legal exigido a la vez que se ha comprometido a presentar una motivación razonada antes de este viernes de una eventual prórroga forzosa del convenio mientras no se formaliza uno nuevo.
En un ERE habitual ahora se abriría el periodo de 45 días de consultas y alegaciones al expediente, aunque el comité de empresa ya ha anunciado movilizaciones para evitar un ERE que afectaría a cerca del 60 por ciento de la plantilla que en este momento desempeña su trabajo en el hospital vigués.