Al menos es lo que ha prometido el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Si no se llega a un acuerdo para reformar el sistema de pensiones antes de abril de 2011, se seguirán buscando vías para el encuentro y el mayor consenso posible, según explicó en una entrevista en Radio Nacional de España.
La razón no es otra que la importancia que tiene la reforma profunda que se va a hacer para conseguir efectos a largo plazo, ya que la Unión Europea ya ha advertido que el actual sistema llegaría a la quiebra en 2030.