JOSÉ MANUEL PENA/ Ilusión, salud, trabajo, dignidad, honradez, bienestar… son algunos de los deseos que muchos de nosotros queremos que los Magos de Oriente nos traigan para estos tiempos de crisis económica, social y de valores. También una mayor responsabilidad y seriedad para la clase política, sindical y financiera así como una sociedad mucho más activa y comprometida con las personas y las familias que padecen dificultades para llegar a fin de mes con un mínimo de dignidad.
La magia es ilusión y esta puede transformarse en realidad si somos capaces de llamar a cada cosa por su nombre ejerciendo nuestros derechos con libertad, sin ningún temor a las consecuencias. Tenemos que preguntarnos si nos merecemos a la clase política que nos gobierna; si es justo que el estado tape, con dinero público, los agujeros financieros de ciertos bancos; si hay que destinar tanto dinero a financiar cursos de formación que luego no se convierten en auténticas políticas activas de empleo, en vez de invertir en políticas sociales dando prioridad a la generación de empleo y terminando con las prejubilaciones millonarias, de ciertas empresas públicas y privadas, a costa de los presupuestos generales del estado.
Los Reyes Magos seguro que llegaran cargados con muchos deseos cumplidos y esperamos que no sean para beneficiar a los de siempre: los que más tienen y menos necesitan así como para los que ostentan el poder político y económico, en un país cargado de demasiados parásitos, especuladores y sinvergüenzas.